Fecha de publicación: 4 de Junio de 2025 a las 10:26:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: Una lectura fallida puede tener origen físico, técnico o administrativo. Saber distinguirlos permite actuar con rapidez y precisión
Contenido: Insertar la tarjeta en el cajero automático y recibir un mensaje de error es una situación frecuente que puede generar angustia. El lector no reconoce el chip y la operación no puede completarse. Para muchos usuarios, esto ocurre en momentos clave, cuando se necesita efectivo con urgencia o se intenta pagar un servicio.
Aunque suele atribuirse a una falla puntual, las causas pueden ser diversas y van desde el desgaste físico de la tarjeta hasta errores en el sistema del propio cajero.
Las tarjetas de débito actuales utilizan chips que almacenan información de forma segura y requieren un contacto preciso con el lector del cajero. Con el uso constante, esos chips pueden deteriorarse o ensuciarse, lo que impide una lectura adecuada.
Si la superficie metálica está rayada o cubierta por polvo, el dispositivo no logrará establecer conexión. En esos casos, limpiar la tarjeta con un paño seco y revisar su estado físico es un primer paso útil. Cuando el daño es visible, lo más conveniente es solicitar una nueva tarjeta al banco.
Sin embargo, no todas las fallas provienen del plástico. Es posible que el cajero tenga problemas de software, errores de conexión con la red bancaria o desperfectos en su sistema de lectura.
Si el fallo se presenta solo en un cajero, es recomendable intentar la operación en otro terminal para descartar un problema puntual en la máquina.
También puede ocurrir que la tarjeta no esté habilitada para operar en cajeros automáticos. Algunas entidades financieras emiten tarjetas destinadas únicamente a compras en establecimientos físicos o en línea, sin permitir el retiro de efectivo.
En otros casos, el cliente no activó correctamente la tarjeta al recibirla. Consultar con el banco si el producto tiene habilitada la función para cajeros es una manera de evitar contratiempos innecesarios.
El bloqueo por ingreso incorrecto del PIN es otra causa frecuente. Tras varios intentos fallidos, muchos sistemas bancarios desactivan temporalmente la tarjeta por razones de seguridad.
Asegurarse de que el teclado del cajero funcione correctamente y seguir el proceso oficial para recuperar o restablecer el PIN ayuda a evitar bloqueos inesperados.
Algunas tarjetas no son compatibles con todos los cajeros, en especial aquellas asociadas a redes bancarias específicas o que tienen restricciones geográficas. Si la tarjeta fue emitida por una entidad que no opera en la red del cajero, este no podrá procesarla. Esto ocurre también con terminales internacionales o en cajeros fuera del país de origen de la cuenta.
Otro factor que puede interferir es una interrupción en la conexión del cajero con la red bancaria. Aun si el chip y el lector están en buen estado, una caída temporal del sistema puede impedir la validación de la tarjeta.
Esta clase de fallas suelen resolverse sin intervención del usuario, pero pueden generar demoras o rechazos momentáneos.
Para resolver este tipo de inconvenientes, se debe seguir algunos pasos básicos. Comenzar por revisar el estado físico de la tarjeta, limpiar el chip con cuidado y probar en otro cajero. Si el problema continúa, contactar al banco es esencial. Algunos ofrecen asistencia en línea, por teléfono o mediante aplicaciones móviles. Si la tarjeta queda retenida por el cajero, es importante reportar el incidente de inmediato para bloquearla y gestionar su reposición.
Aunque el uso del chip ha mejorado la seguridad de las transacciones bancarias, no está libre de limitaciones prácticas. La combinación de factores físicos, técnicos y operativos puede afectar el proceso en cualquier momento.
Estar informado sobre las causas más comunes permite actuar con rapidez y tomar decisiones acertadas, sin dejarse llevar por la incertidumbre frente a una falla que, en la mayoría de los casos, tiene solución.
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