Fecha de publicación: 4 de Junio de 2025 a las 09:58:00 hs
Medio: TN
Categoría: GENERAL
Descripción: Expertos destacan la importancia de un enfoque terapéutico centrado en la familia para mejorar la calidad de vida de todos los miembros.
Contenido: Cuidar de un chico con trastorno del espectro autista (TEA) puede ser una experiencia profunda con desafíos significativos. Las madres, en particular, por lo general enfrentan niveles elevados de estrés y depresión debido a las demandas constantes del cuidado.
Un estudio reciente de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) encontró que alrededor del 50% de las madres de niños con TEA presentaron síntomas depresivos elevados durante un período de 18 meses, en comparación con tasas mucho más bajas (6% a 13,6%) en madres de niños neurotípicos.
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La doctora Danielle Roubinov, profesora adjunta en el Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la UCSF y autora principal del estudio, señaló que “ser padre o madre de un niño con necesidades especiales es un desafío inherente a la vida diaria”.
Contrario a estudios anteriores que sugerían que la depresión parental podría aumentar los problemas de conducta en los chicos, este estudio encontró que los síntomas depresivos en las madres no predijeron un aumento en los problemas de comportamiento de sus hijos con el tiempo, incluso en familias con un niño con autismo que experimenta mucho estrés.
“Fue una noticia sorprendente y positiva”, afirmó la doctora Roubinov. Este hallazgo es especialmente importante para aliviar la culpa que muchas madres sienten sobre el diagnóstico y los problemas de conducta de sus hijos.
El estudio también descubrió que los problemas de conducta en los niños predecían niveles más altos de depresión materna en el futuro, independientemente del estado de TEA. Sin embargo, no observaron el efecto inverso; la depresión materna previa no predijo problemas de conducta infantil posteriores.
La doctora Elissa Epel, profesora en el Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la UCSF y autora principal del estudio, destacó que “brindar apoyo a la salud mental de los padres es tan vital como lo es a la salud mental de los niños”.
El estudio enfatiza la necesidad de proporcionar recursos y apoyo emocional a las madres que cuidan de niños con TEA. Programas de apoyo pueden ayudar a las madres a manejar el estrés y mejorar su bienestar general, lo que a su vez beneficia a toda la familia.
“Una forma de brindar una atención integral es mediante la atención centrada en la familia. Este modelo fomenta la colaboración entre profesionales clínicos, el apoyo de salud mental para padres y la capacitación para intervenciones en el hogar”, señala Juan Francisco Lozano, pediatra del desarrollo y la conducta del Hospital Zambrano Hellion y director de la Clínica de Síndrome de Down del Instituto de Pediatría deTecSalud.
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