Fecha de publicación: 5 de Diciembre de 2025 a las 21:51:00 hs
Medio: TN
Categoría: GENERAL
Descripción: El Guggenheim de Bilbao es su obra más famosa, y el año que viene se inaugura la sede de Abu Dabi. Diseñó edificios que son también esculturas y se viven como obras de arte.
Contenido: Las olas de metal, como cáscaras de una enorme fruta plateada, hace rato que quedaron en la historia de las edificaciones más rupturistas y emblemáticas del mundo. Su audaz creador, el californiano (nacido en Canadá) Frank Gehry, ha muerto hoy, a los 96 años, en su casa de Los Ángeles.
Su ciudad, donde el Walt Disney Concert Hall irrumpe en el paisaje de edificios del downtown. Sede de la Filarmónica de Los Ángeles, inaugurado en 2003, el edificio le dio nueva vida a una zona decadente de la ciudad de las estrellas y es famoso, además de por su increíble diseño, por su extraordinaria acústica.
Claro que se trata de una obra gemela a su obra maestra mayor, el Guggenheim de Bilbao, en el País Vasco. Inaugurar ese museo, en 1997, hizo de Gehry una estrella mundial a sus 68 años, aunque ya llevaba varios años con el premio Pritzker, el más importante del mundo en arquitectura, adornando su living room. El Guggenheim de Bilbao se convirtió en una de las grandes atracciones, no ya de esa ciudad antes fabril y olvidada por las guías turísticas, sino de España; un punto obligado en el calendario de las artes visuales a nivel global y, por supuesto, uno de los grandes spots fotográficos.
La estructura caprichosa de titanio, que se metamorfosea según la luz que absorbe y refleja, es ejemplo total del edificio-escultura, una obra de arte en sí mismo, construido para alberga a otras. Tiene 24.000 metros cuadrados de superficie y su estructura espectacular se integra de una forma inexplicable pero armónica a la trama urbana de su entorno.
El “trademark” de Gehry tuvo más hijos, o hermanos, como el Museo de la Cultura Pot, en Seattle, y en 2026 se inaugurará, después de años de retraso, el Guggenheim de Abu Dabi, que llevará su firma de manera póstuma. Otro hito de su estudio está en París, con la magnífica Fundación Louis Vuitton, con 3.600 paneles de vidrio curvado que forman doce velas que emergen en el perfil de techos de pizarra y chimeneas parisino.
Nacido en el seno de una familia trabajadora, de madre polaca inmigrante, que cambió el apellido de Goldberg a Gehry para asimilarse y distanciarse de su origen judío. Gehry conoció la gloria grande, y disfrutó en las últimas décadas de un prestigio ganado a fuerza de innovación, audacia y sorpresa. Encontrarse con una de sus estructuras, lúdicas y felices, produce la excitación de las obras de arte. En su caso, de la arquitectura vanguardista del siglo XX.
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