Fecha de publicación: 4 de Diciembre de 2025 a las 15:15:00 hs
Medio: TN
Categoría: GENERAL
Descripción: En la previa a las Fiestas de Fin de Año, no sería beneficioso llevar a cabo una alimentación restrictiva, la cual podría tener consecuencias, entre ellas, el efecto rebote que esta puede causar.
Contenido: Con el inicio de diciembre el mes en el que se celebran las fiestas de Navidad y Fin de Año, muchas personas comienzan a alimentarse de manera diferente pensando en las próximas vacaciones o en llegar con menos peso a ambos festejos, pero los especialistas consideran que no es muy beneficioso restringir demasiado la alimentación porque eso traería consecuencias.
Según advierten los expertos, no existe ningún beneficio que justifique hacer dietas muy restrictivas antes de Navidad. “Aquellas muy bajas en calorías o con prohibiciones amplias pueden incluso empeorar el control del peso a medio plazo”, afirma la nutricionista española María Argente Pla.
La especialista se apoya en la evidencia científica disponible para asegurar que los planes de alimentación hipocalóricos muy estrictos (es decir, aquellos que aportan menos de 800-1.000 kcal/día) “producen una pérdida de peso rápida, pero casi siempre no sostenida en el tiempo, por lo que este se recupera de forma parcial o total en meses”.
En tanto, indica que este tipo de dietas pueden usarse en contextos muy concretos, como una obesidad severa o ante una cirugía bariátrica, siempre bajo un control médico estricto, pero, de ningún modo “como una estrategia puntual ‘antes de Navidad’ en la población general”. Las diferentes guías y consensos de obesidad y nutrición insisten en que la clave es la sostenibilidad del cambio de hábitos, no la restricción aguda de pocas semanas.
Las dietas hipocalóricas tienen mucho más riesgo de efecto rebote y esto es debido a que, tras una restricción intensa de aporte calórico, el cuerpo pone en marcha una serie de mecanismos biológicos y de conducta que favorecen la recuperación rápida del peso y, en muchos casos, se recupera más del peso perdido, detalla la nutricionista, quien precisa que, entre estos mecanismos, estarían:
Los riesgos de seguir una dieta muy restrictiva son tanto fisiológicos como psicológicos y dentro de los primeros, la experta hace referencia a los siguientes:
“Los riesgos psicológicos y conductuales también son importantes, puesto que puede haber más riesgo por atracones, mentalidad de ‘todo o nada’ (por ejemplo, el pensamiento de ‘como me estoy privando, en Navidad me desquito’), más ansiedad, culpa y obsesión por la comida, empeorando la relación con ella”, subraya Argente.
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En tanto, dijo que, si la idea es llegar a la Navidad con bienestar y sin recurrir a dietas demasiado estrictas, aconseja:
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