Fecha de publicación: 3 de Junio de 2025 a las 05:00:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: Estudios recientes destacan cómo la incapacidad de desconectarse del empleo impacta negativamente en los perros, publicó HealthDay
Contenido: Un reciente estudio de la Universidad Estatal de Washington, publicado en la revista Scientific Reports, sugiere que el estrés laboral puede tener efectos en el comportamiento y el bienestar emocional de los perros. HealthDay informó que esta investigación evidencia cómo la dificultad para desconectarse del trabajo, especialmente por la rumiación mental, puede repercutir negativamente en las mascotas.
Lejos de ser un problema exclusivo de los humanos, el estrés laboral también alcanza a quienes conviven con ellos en el hogar.
El estudio se enfocó en analizar la relación entre el estrés persistente de los trabajadores y los signos de tensión en sus perros. El fenómeno principal identificado fue la rumiación laboral, es decir, la tendencia a seguir pensando en asuntos del trabajo fuera del horario laboral, una práctica que, según los investigadores, tiene un impacto directo en la conducta animal.
El equipo de investigación trabajó con 85 adultos empleados que compartían su hogar con al menos un perro. Los participantes completaron cuestionarios sobre el nivel de estrés que experimentaban en el entorno laboral y la frecuencia con la que pensaban en temas laborales durante su tiempo libre.
Además, debían registrar cambios en el comportamiento de sus perros. Esto permitió detectar patrones entre el estado emocional de los humanos y las reacciones de sus mascotas. Los investigadores buscaban correlaciones entre la carga mental de los trabajadores y las señales de malestar canino.
Los datos recopilados mostraron que los perros cuyos dueños no lograban desconectarse mentalmente del trabajo presentaban más comportamientos asociados al estrés. Entre los signos observados, figuraban cambios en el juego, deambulación continua y gemidos frecuentes.
La rumiación laboral fue más determinante que el nivel de estrés en sí. Es decir, no es solo el estrés en el trabajo lo que afecta a los animales, sino la incapacidad de los humanos para dejar atrás esas preocupaciones al llegar al hogar.
Uno de los aspectos destacados por los investigadores fue que muchos de los participantes no percibían que sus perros estaban estresados. Aunque los animales mostraban conductas alteradas, los dueños no las reconocían como señales relacionadas con su propio malestar emocional.
Los perros son altamente sensibles a las señales no verbales de sus dueños: postura, tono de voz, expresión facial y lenguaje corporal. Esta capacidad para leer el estado emocional humano fortalece el vínculo afectivo, pero también los hace más propensos a absorber el estrés de su entorno.
Los expertos de la Universidad Estatal de Washington indicaron que estas señales confusas, en contextos donde no se entienden las causas del malestar, pueden generar ansiedad e inseguridad en los perros, provocando respuestas como desinterés en el juego, vocalizaciones o hiperactividad sin propósito.
Los investigadores propusieron varias medidas prácticas para evitar que el estrés laboral se traslade al ambiente doméstico. Entre las recomendaciones, se incluyen:
Los investigadores subrayaron que establecer límites entre el trabajo y la vida personal favorece la salud mental humana, beneficiando el bienestar de las mascotas.
Aunque los perros no comprenden los detalles del trabajo de sus dueños, sí perciben su incomodidad, distracción o irritabilidad.
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