Fecha de publicación: 29 de Noviembre de 2025 a las 23:24:00 hs
Medio: TN
Categoría: GENERAL
Descripción: El próximo año se espera un salto cualitativo en los ciberataques, impulsado por inteligencia artificial y técnicas de engaño cada vez más precisas.
Contenido: El 2026 será un año con un nivel de riesgo de ciberseguridad sin precedentes. La combinación de pagos móviles cada vez más extendidos, servicios financieros completamente digitalizados y una adopción de herramientas de inteligencia artificial (IA) empujó a los ciberdelincuentes a un terreno donde la automatización, la ingeniería social avanzada y los ataques masivos ya son habituales.
Para usuarios y empresas, la superficie de ataque ya no está limitada a una computadora o a un teléfono y los riesgos se extienden a cada servicio y dispositivo conectado: hoy el peligro llega por chats, aplicaciones falsas y por dispositivos comprometidos.
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Las tendencias que marcaron 2025 fueron contundentes: el ransomware se volvió más agresivo, los ataques a la cadena de suministro demostraron que pueden comprometer redes completas y los troyanos bancarios registraron más de un millón de intentos contra entidades financieras en todo el mundo.
A eso se sumó el crecimiento de los infostealers, herramientas dedicadas al robo masivo de credenciales y datos personales que hoy circulan de forma industrial en el mercado clandestino.
Con este panorama como punto de partida, un nuevo informe técnico publicado esta semana, el Kaspersky Security Bulletin: crimeware y amenazas cibernéticas financieras en 2026, detalló cómo evolucionará este escenario el próximo año y qué tácticas dominarán el fraude digital.
De acuerdo a ese análisis, lo que viene será un salto cualitativo alimentado por la IA, técnicas de engaño más precisas y un interés creciente de los atacantes en los sistemas de pago móviles.
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“Para 2026 esperamos un crecimiento aún mayor con la aparición de malware con capacidad real de adaptación, fraudes móviles más sofisticados y operaciones digitales que replican estructuras empresariales completas. Este nuevo escenario obliga a las organizaciones a evolucionar al mismo ritmo que los adversarios, fortaleciendo no solo su tecnología, sino también su capacidad analítica, su velocidad de respuesta y la preparación de las personas que integran la primera línea de defensa”, explicó a TN Tecno el director del Equipo Global de Investigación y Análisis para América Latina en Kaspersky, Fabio Assolini.
La predicción más crítica del reporte es la aparición de malware controlado por modelos de inteligencia artificial que pueden analizar su entorno y modificar su comportamiento en tiempo real. Ese nivel de autonomía transforma por completo la dinámica del ataque: un código que se adapta puede evadir defensas, cambiar rutas, ocultarse mejor o incluso redefinir su objetivo final según el contexto.
Otra tendencia clave es la reescritura de troyanos bancarios para que puedan distribuirse directamente por WhatsApp. La apuesta criminal es clara: aprovechar una plataforma con miles de millones de usuarios y combinarla con la persistencia de la banca online en computadoras con Windows, en el que estos troyanos siguen siendo altamente efectivos.
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El informe también advierte sobre un salto en ingeniería social. Los deepfakes de audio y video se usarán para suplantar identidades, manipular entrevistas laborales, engañar empleados o intentar superar controles de verificación de identidad. El mercado clandestino para estas herramientas crecerá rápido, lo que facilita campañas a gran escala y cada vez más convincentes.
Los especialistas anticipan la llegada de nuevas familias de malware enfocadas en regiones específicas. Este diseño permite ataques más efectivos y alimenta el modelo de “malware como servicio”, en los que los delincuentes pueden contratar herramientas listas para ejecutar sin necesidad de conocimientos técnicos avanzados.
Con el avance del pago sin contacto, los criminales ya preparan técnicas para comprometer operaciones NFC: desde intentos de lectura no autorizada hasta manipulación de aplicaciones o interceptación de transacciones mediante malware móvil.
El fraude financiero clásico seguirá siendo una de las amenazas principales, pero su modificación vendrá del canal. Los atacantes adoptarán nuevas aplicaciones, servicios de mensajería y plataformas para llegar a las víctimas donde pasen más tiempo.
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Otro riesgo señalado por el reporte es la presencia de dispositivos inteligentes que llegan al usuario ya infectados con troyanos avanzados como Triada, incluso antes de su primer encendido. Este tipo de ataque compromete al usuario desde origen y dificulta la detección.
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