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Fecha de publicación: 29 de Noviembre de 2025 a las 09:22:00 hs

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Medio: TN

Categoría: GENERAL

Ni Carlos Keen ni Tomás Jofré: el pueblo a 2 horas de Buenos Aires que tiene cascadas y balnearios

Portada

Descripción: A menos de 200 kilómetros, ofrece naturaleza, historia y tranquilidad para cortar con el estrés porteño.

Contenido: El ruido, el apuro y el estrés de la Ciudad de Buenos Aires hacen que cada vez más personas busquen un respiro cerca, sin tener que manejar horas hasta la Costa o cruzar el país. Salto, un pueblo de la provincia de Buenos Aires a poco más de dos horas de CABA, se convirtió en uno de los destinos favoritos para quienes quieren desconectarse y disfrutar de la naturaleza.

Ubicado a solo 190 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, Salto es un lugar ideal para una escapada de fin de semana. Con apenas 30.000 habitantes, conserva ese aire de pueblo tranquilo donde el tiempo parece ir más despacio y la inseguridad o el tráfico no son un problema.

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El gran protagonista de la zona es el río Salto, que atraviesa el pueblo y regala postales únicas. Sus paisajes verdes y las famosas cascadas son el plan perfecto para pasar el día entre amigos o en familia, hacer caminatas, sacar fotos y escuchar el sonido del agua.

El balneario municipal, a orillas del río, es uno de los puntos más elegidos. Tiene zonas aptas para bañistas, parrillas, mesas y una arboleda enorme que da sombra natural. Es el lugar ideal para tirarse a descansar, hacer un picnic o refrescarse en los días de calor.

Andar en bicicleta por las calles tranquilas o animarse a recorrer los caminos rurales de las afueras es otra de las actividades recomendadas para reconectar con la naturaleza y dejar atrás el ritmo acelerado de la ciudad.

Salto no es solo naturaleza. Fundado en 1866 y con raíces ligadas al ferrocarril y al campo, el pueblo tiene varios recorridos históricos que valen la pena. Uno de los más visitados es el molino quemado, una construcción del siglo XIX que quedó en ruinas tras un incendio en 1875 y hoy es símbolo de los primeros pasos agroindustriales de la región.

Cerca de ahí, el viejo puente de fierro y la figura de Pancho Sierra —el curandero local al que muchos le dejan ofrendas— suman mística y tradición al paseo.

En el centro, el Museo Rincón de Historia invita a conocer el pasado de la ciudad y de la zona. Además, en los alrededores hay estancias adaptadas para el turismo rural, donde se puede vivir una auténtica experiencia de campo bonaerense.

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Llegar a Salto es fácil y rápido, hay que:

El viaje en auto dura unas dos horas y media, según el tránsito.

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