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Fecha de publicación: 25 de Noviembre de 2025 a las 08:15:00 hs

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Medio: INFOBAE

Categoría: GENERAL

Qué sucede al suspender medicamentos para bajar de peso antes o durante el embarazo, según científicos

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Descripción: Un estudio en Estados Unidos desentrañó esta inquietud. Por qué los resultados arrojan nuevos datos clave para la salud materna

Contenido: Científicos de Estados Unidos se preguntaron qué sucede si se dejan fármacos para bajar de peso antes o durante el embarazo.

Su investigación demostró que suspender los medicamentos agonistas del receptor de péptido-1 similar al glucagón (GLP-1) puede afectar de manera directa el peso y la salud de la madre. Los resultados se publicaron en la revista de medicina JAMA.

Los fármacos incluyen a liraglutida, dulaglutida, semaglutida y tirzepatida. El análisis reveló que las mujeres que abandonaron estos tratamientos aumentaron en promedio 3,2 kilos más durante el embarazo en comparación con quienes nunca los tomaron.

Además, tuvieron más posibilidades de presentar diabetes gestacional, hipertensión y partos prematuros.

La investigación fue realizada por expertos de la Red de Hospitales Generales de Massachusetts, un grupo dirigido por Jacqueline Maya y Camille Powe.

El crecimiento en el uso de los fármacos GLP-1 generó preguntas en la práctica médica. Estos medicamentos se recetan cada vez más para reducir peso, pero quienes piensan en tener hijos reciben la recomendación de dejar de usarlos antes del embarazo. Esta medida se basa en la falta de datos sobre posibles efectos en el desarrollo del bebé.

El equipo de la Red de Hospitales Generales de Massachusetts decidió investigar qué ocurre después de interrumpir estos medicamentos al comenzar el embarazo y cómo impacta esa decisión en la salud de la madre.

En palabras de los investigadores, el objetivo fue “evaluar cómo afecta esa interrupción al aumento de peso y a distintos resultados durante la gestación”. Hasta la fecha, casi no existían datos sobre esta problemática.

El estudio examinó datos de 1.792 mujeres embarazadas atendidas en el sistema Massachusetts General Brigham.

Se agruparon a las personas que tomaron GLP-1 en los tres años anteriores o hasta 90 días después de concebir, y se las comparó con otras de perfil similar que nunca habían tomado esos medicamentos.

Entre quienes dejaron los GLP-1, el aumento de peso en el embarazo fue marcado: 3,2 kilos más que en las mujeres que nunca habían usado ese tratamiento.

El análisis identificó un 32% mayor riesgo de subir más peso del recomendado, un 30% más de riesgo de diabetes durante el embarazo, un 29% más de probabilidad de sufrir hipertensión gestacional y un 34% más de riesgo de parto prematuro cuando la persona suspende GLP-1 al momento de embarazarse.

La investigación utilizó registros médicos electrónicos para emparejar casos y controlar variables como la edad, el peso previo y problemas de salud asociados.

Así, los resultados pueden atribuirse con más precisión a la suspensión del medicamento y no a otros factores.

No hubo diferencias significativas en el peso o tamaño al nacer de los bebés, ni en la frecuencia de cesáreas, entre los dos grupos evaluados.

El trabajo subrayó la importancia de monitorear a las mujeres con obesidad que dejan estos medicamentos debido al embarazo, ya que pueden quedar expuestas a riesgos que requieren atención médica especializada.

El informe también aclara la falta de opciones claras para manejar el peso materno de forma segura cuando se interrumpen los GLP-1.

El equipo reconoció: “Se necesitan estudios adicionales sobre el equilibrio entre los beneficios de los GLP-1 antes del embarazo y los riesgos asociados con su interrupción durante la gestación”.

Los investigadores sugieren incluir estrategias específicas para cuidar el peso y la salud de embarazadas que dejan los GLP-1.

Insisten en crear protocolos que ayuden a reducir complicaciones cuando el tratamiento debe suspenderse en mujeres con obesidad.

El estudio tiene limitaciones: los datos provienen de historias clínicas electrónicas en Estados Unidos, por lo que los resultados pueden no aplicar exactamente a otras poblaciones.

Además, las conclusiones se basan en registros médicos, que pueden tener diferencias en la precisión de los datos.

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