Fecha de publicación: 11 de Noviembre de 2025 a las 12:18:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: Blue Origin hará el miércoles su segundo lanzamiento en el año. La misión Escapade llevará dos naves gemelas para revelar detalles de la atmósfera del planeta rojo
Contenido: Después de haber sido cancelado el primer intento de lanzamiento por mal tiempo, el cohete New Glenn de Blue Origin, propiedad del multimillonario empresario estadounidense Jeff Bezos, se prepara para hacer historia en una próxima misión a Marte de la NASA.
La escena se desplaza hacia una plataforma de lanzamiento en Cabo Cañaveral, donde dos pequeñas naves gemelas esperan el momento preciso para un viaje que pretende cambiar la manera en que la humanidad se acerca a Marte.
Se trata de ESCAPADE, una misión que la NASA considera estratégica porque no solo aspira a profundizar en el pasado atmosférico del planeta rojo, sino también porque funciona como prototipo de un enfoque completamente distinto: misiones interplanetarias de bajo costo, flexibles y modulares.
Este proyecto representa una apuesta por reducir la dependencia de grandes inversiones y estructuras de desarrollo industrial.
Mientras las misiones tradicionales suelen requerir presupuestos que superan los 300 o 600 millones de dólares, ESCAPADE costó menos de 80 millones, una cifra que redefine la escala de lo posible en la exploración espacial.
La operación también marca un momento crucial para Blue Origin. El lanzamiento será realizado por el cohete New Glenn, el vehículo más grande desarrollado por la compañía y que ahora se prepara para su segunda misión orbital.
La primera se llevó a cabo en enero, pero esta vez la carga es de una relevancia científica muy superior: dos satélites diseñados para estudiar cómo Marte perdió su atmósfera hace miles de millones de años.
El despegue fue reprogramado para el 12 de noviembre debido a condiciones meteorológicas adversas el domingo, un recordatorio de que incluso los artefactos más avanzados dependen del clima terrestre. El vuelo, que internamente Blue Origin denomina NG-2, se transmitirá en directo, lo que permitirá seguir cada fase del ascenso, la inserción orbital y la separación de las naves.
Los viajes hacia Marte suelen ejecutarse durante una ventana de lanzamiento muy precisa que se abre cada 26 meses, cuando ambos planetas se alinean de manera favorable. Esa sincronía permite una trayectoria directa y energéticamente eficiente. Sin embargo, la misión ESCAPADE no utilizará esa ventana.
Lo innovador aquí es la estrategia orbital diseñada por la empresa Advanced Space, responsable del esquema de navegación. Cuando los preparativos iniciales sufrieron retrasos, la oportunidad clásica para viajar al planeta rojo se cerró. En lugar de suspender la misión hasta el próximo ciclo de alineación planetaria, el equipo decidió optar por una ruta alternativa.
El plan consiste en enviar primero las dos naves rumbo al Punto de Lagrange L2, ubicado a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra. L2 es una región donde las fuerzas gravitacionales del Sol y la Tierra se equilibran, lo que permite que una nave permanezca en una configuración estable sin requerir grandes ajustes de trayectoria. Según explicó el equipo, este entorno también presenta niveles bajos de radiación, lo que favorece la espera prolongada.
Durante aproximadamente un año, las sondas Blue y Gold, llamadas así por los colores de la Universidad de California en Berkeley —institución responsable del control científico de la misión—, permanecerán en esta órbita secundaria. Allí realizarán observaciones del clima espacial y registrarán la interacción entre partículas de alta energía y campos magnéticos.
En noviembre de 2026, las naves realizarán una maniobra de sobrevuelo terrestre. La gravedad de la Tierra las acelerará y desviará hacia el sistema marciano.
Ese impulso permitirá que las dos unidades lleguen a Marte en septiembre de 2027, cuando se insertarán en órbitas complementarias para registrar datos simultáneamente desde distintos puntos del planeta.
Hace miles de millones de años, Marte fue un planeta templado, con agua líquida en su superficie y condiciones compatibles con la vida microbiana. La evidencia geológica indica la existencia de ríos extensos, lagos y quizás mares someros. Sin embargo, algo ocurrió en su pasado que provocó la evaporación y disipación progresiva de su atmósfera.
Hoy Marte es un desierto frío, con temperaturas promedio muy por debajo del punto de congelación y una presión superficial inferior al 1% de la terrestre.
La misión ESCAPADE busca medir con precisión la interacción entre el viento solar —un flujo constante de partículas cargadas procedentes del Sol— y la atmósfera superior marciana. A diferencia de la Tierra, Marte no posee un campo magnético global que actúe como escudo. Esto lo deja expuesto a la erosión atmosférica a lo largo del tiempo.
Las naves registrarán cómo estas partículas arrastran átomos de la atmósfera marciana hacia el espacio. Esta pérdida lenta, invisible a escala humana, transforma la composición del planeta a lo largo de eras geológicas. Entender este proceso es clave para reconstruir la historia climática de Marte y evaluar si alguna vez albergó vida.
Además, este conocimiento tiene implicancias concretas para misiones tripuladas. Una atmósfera tenue implica diferencias en la protección contra radiación y en el manejo térmico de hábitats y trajes espaciales. ESCAPADE permitirá anticipar riesgos y diseñar entornos seguros para astronautas.
La misión también representa un paso estratégico para Blue Origin, que busca consolidarse en el sector de lanzadores orbitales reutilizables. El New Glenn, de 98 metros de altura, intentará nuevamente recuperar su primera etapa en una barcaza en el Atlántico, una maniobra compleja que SpaceX domina pero que Blue Origin todavía perfecciona. El objetivo es reducir costos por vuelo y permitir un ritmo más alto de lanzamientos.
Si la recuperación resulta exitosa, New Glenn se convertirá en un competidor directo de los cohetes Falcon 9 y Falcon Heavy, fortaleciendo la presencia de la empresa en la creciente industria de infraestructura espacial.
La NASA, por su parte, evalúa con ESCAPADE la posibilidad de adoptar un modelo de exploración basado en múltiples misiones pequeñas, en lugar de depender únicamente de proyectos de gran escala. La frase de Jeff Parker, director de tecnología de Advanced Space, sintetiza esta idea:“Estamos aportando ciencia al nivel de misiones que cuestan cientos de millones de dólares, pero con un presupuesto reducido”.
La misión no solo apunta a Marte. También apunta al futuro de la exploración espacial: más accesible, modular y cooperativa.
Cuando las dos pequeñas naves alcancen su órbita marciana y comiencen a enviar datos, la comunidad científica podrá observar cómo un planeta que se parecía a la Tierra se transformó en un desierto helado. Lo que aprendamos podría revelar no solo el pasado del planeta rojo, sino también el destino posible de los mundos habitables.
ESCAPADE recuerda que el conocimiento profundo del cosmos no depende solo de grandes presupuestos, sino de ideas precisas, ingeniería eficiente y persistencia científica.
Y que, en el universo, los cambios más grandes pueden iniciarse con los objetos más pequeños: dos satélites gemelos que parten hacia Marte para estudiar cómo se pierde una atmósfera.
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