Fecha de publicación: 11 de Noviembre de 2025 a las 00:00:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: Expertos detectaron estos casos en Tanzania. Por qué encienden las alarmas sobre la urgente necesidad de proteger los bosques donde viven
Contenido: Tres pequeños anfibios sorprenden a científicos y expertos en reproducción animal. Se trata de especies de sapos arborícolas que fueron identificadas en Tanzania con una particularidad única: nacen siendo sapos, sin fase de renacuajo.
Este hallazgo, publicado en la revista Vertebrate Zoology, pone a prueba los paradigmas clásicos de los anfibios y plantea preguntas sobre la evolución y el futuro de los bosques africanos.
Marcar la diferencia en el reino animal no es común, pero estos sapos del género Nectophrynoides lo consiguen. Las tres especies de sapos de Tanzania se llaman:
“La viviparidad es sumamente poco frecuente entre ranas y sapos, solo ocurre en menos del uno por ciento de las especies”, explicó Christoph Liedtke, quien forma parte del Departamento de Ecología y Evolución de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), Sevilla, España.
Justamente por eso, el descubrimiento resulta impactante para especialistas y conservacionistas. Los libros de texto de biología enseñan que los anfibios pasan de huevo a renacuajo, juvenil y adulto.
Pero estas nuevas especies de Tanzania rompen el esquema clásico. “Creemos que toda rana pasa por renacuajo, pero la realidad es mucho más diversa”, señaló Mark Scherz, coautor y curador de herpetología en el Museo de Historia Natural de Dinamarca.
Las hembras retienen a sus crías hasta que nacen completamente formadas. Solo un puñado de especies sudamericanas y del sudeste asiático comparte esta extraña estrategia.
El hallazgo fue posible gracias al análisis de ADN de ejemplares recolectados hace más de cien años.
“Algunos se recogieron hace más de ciento veinte años. El análisis genético nos ayudó a saber a qué poblaciones pertenecían”, detalló Alice Petzold de la Universidad de Potsdam. Así, investigadores pudieron reconstruir la diversidad oculta de estos anfibios.
Viajar por distintos museos permitió reconocer diferencias morfológicas sutiles y evidenciar nuevas especies que hasta ahora habían pasado inadvertidas.
“Sabíamos que había diversidad sin describir. Al observar cientos de ejemplares, logramos identificar y describir estas especies”, explicó Christian Thrane de la Universidad de Copenhague.
El descubrimiento también enciende una alarma por su hábitat. Este grupo de sapos vive en el Arco Oriental de Tanzania, una región rica y amenazada por la tala, la minería y el cambio climático.
“Los bosques donde viven estos sapos desaparecen rápidamente”, advirtió John V. Lyakurwa, de la Universidad de Dar es Salaam.
La situación es preocupante para los sapos arborícolas de este grupo. Muchos están al borde de la extinción.
Una de las especies, Nectophrynoides asperginis, ya desapareció en la naturaleza y otra, Nectophrynoides poyntoni, no se ha visto desde 2003.
El hallazgo reafirma que conocer esta biodiversidad es clave para protegerla antes de que desaparezca para siempre.
La viviparidad, es decir, la capacidad de dar a luz crías totalmente formadas, es muy poco común entre ranas y sapos en todo el mundo.
Aunque este fenómeno sorprendente se observó recientemente en especies africanas, existen otros ejemplos fascinantes en diversas regiones del planeta.
En Sudamérica, la rana marsupial se destaca por esta estrategia reproductiva fuera de lo común. Las hembras transportan los huevos en una bolsa dorsal, donde los embriones se desarrollan hasta salir como pequeñas ranas, evitando por completo la fase de renacuajo.
En el sudeste asiático, la rana Limnonectes larvaepartus de Indonesia es aún más singular. Esta especie es la única en la región capaz de parir crías vivas, algo excepcional en el mundo de los anfibios y una rareza evolucionada para afrontar ambientes hostiles.
Estas estrategias, presentes en África, Sudamérica y Asia, reflejan la flexibilidad y creatividad de la naturaleza. La viviparidad probablemente evolucionó como respuesta a la escasez de agua o peligros en el entorno y favoreció una mayor supervivencia de las crías.
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