Fecha de publicación: 13 de Octubre de 2025 a las 12:25:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: El uso excesivo de plataformas digitales y la presión por estar siempre disponible generan ansiedad, estrés y desmotivación en trabajadores, un fenómeno que alerta la importancia de equilibrar productividad y bienestar
Contenido: La creciente dependencia de herramientas digitales en el ambiente laboral ha desencadenado una serie de efectos adversos sobre la salud mental y emocional de los trabajadores, según un reciente informe de Adaptavist.
El estudio realizado a 4.000 empleados de diferentes empresas de varias partes del mundo revela que el dos de cada tres empleados percibe que la tecnología ha impactado negativamente en su bienestar durante el último año, una cifra que pone de manifiesto la magnitud del fenómeno conocido como “sobrecarga tecnológica”.
El informe identifica como principales responsables de este malestar: el uso simultáneo de múltiples plataformas, la proliferación de notificaciones y la frecuencia de las reuniones virtuales.
Esta exposición constante ha llevado a que el 30% de los encuestados admita sentirse desbordado, mientras que el 41% reconoce experimentar ansiedad o estrés por la presión de estar siempre disponible.
La llamada “presión por estar conectado” se ha intensificado, con un 19% de los trabajadores señalando que debe responder fuera de su horario habitual, lo que dificulta la desconexión digital y altera el equilibrio entre la vida profesional y personal.
El impacto de este estrés tecnológico no se limita al malestar emocional. Según el estudio de Adaptavist, uno de cada cuatro empleados ha buscado otro empleo como consecuencia directa de la sobrecarga tecnológica, y un 5% ha optado por abandonar su puesto.
La investigación subraya que el problema no reside únicamente en la cantidad de plataformas digitales, sino en la falta de formación y recursos de apoyo.
El 23% de los participantes reconoce sentirse agobiado por no contar con la ayuda necesaria para adaptarse a los nuevos sistemas, mientras que el 45% demanda más materiales de aprendizaje y el 41% solicita una capacitación constante para utilizar la tecnología de manera eficaz.
El informe advierte sobre una reducción en la autonomía laboral. En Reino Unido, uno de cada cinco trabajadores afirma sentirse presionado por la necesidad de demostrar productividad a través de métricas anticuadas y poco representativas, lo que incrementa la frustración y la sensación de vigilancia continua.
En declaraciones recopiladas de El Confidencial, Neal Riley, director de innovación de Adaptavist, sostiene que “las compañías que logren evitar el agotamiento y la desconexión serán aquellas que pongan el foco en los factores humanos, promoviendo culturas laborales que equilibren la tecnología y el bienestar”.
Riley defiende que la solución no pasa por eliminar las herramientas digitales, está en fomentar una cultura corporativa que proteja la salud emocional y respete los límites personales.
Para contrarrestar el impacto, los especialistas en recursos humanos sugieren rediseñar las políticas internas y promover una cultura organizacional que ponga énfasis en el bienestar.
Entre las iniciativas más efectivas figura la reducción consciente del número de plataformas y canales digitales que utiliza cada grupo de trabajo. Esta racionalización permite a los empleados concentrarse en objetivos prioritarios y evitar la dispersión causada por continuos cambios de aplicación.
Además, se deben establecer reglas claras sobre la disponibilidad fuera del horario laboral, limitando el acceso a mensajes o reuniones virtuales fuera de ese marco.
El Parlamento Europeo ha impulsado el derecho a la desconexión, alentando a las compañías a respetar los horarios y a desarrollar manuales de buenas prácticas para los líderes empresariales.
La inversión en programas de capacitación digital es otro recurso clave para que las plantillas puedan adaptarse a nuevos escenarios tecnológicos sin sentirse sobrepasadas.
Organizaciones que ofrecen formación continua otorgan a sus empleados herramientas para identificar funciones útiles, automatizar procesos y manejar mejor el volumen de información diaria.
Asimismo, el acceso a recursos de apoyo emocional y espacios de diálogo dentro de la empresa es clave. Iniciativas como sesiones de mindfulness, asesoría psicológica y canales de comunicación abiertos permiten que los empleados expresen sus inquietudes y reciban orientación especializada.
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