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Fecha de publicación: 1 de Agosto de 2025 a las 07:43:00 hs

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Medio: TN

Categoría: GENERAL

Lollapalooza Chicago, día 1: del homenaje a Ozzy Osbourne a la demencia de Tyler, the Creator

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Descripción: Más de cien mil personas coparon la primera jornada del festival en el Grant Park, en el centro de la ciudad

Contenido: Con la mirada puesta hacia adelante lo único que se divisa es un mar de gente. El andar del público es casi hipnótico, y la imposibilidad de abstraerse ante la magnitud se convierte en una constante.

Son las primeras horas de una nueva edición de Lollapalooza Chicago, creado hace más de tres décadas, y más de cien mil personas deambulan por el Grant Park. Se mueven por los nueve escenarios pispeando un poco de todo lo que tiene el festival, que esta noche cierran Tyler, the Creator y Luck Combs. A diferencia de la edición argentina, ambos artistas tocan en simultáneo (el predio es así de grande) por lo que el público debe optar por uno o el otro. El schedule es ajustado, los shows son cortos y la energía está acorde a la tarde primaveral que ofrece la ciudad.

En el escenario Tito’s, y ante un público muy activo, Role Model salió a la cancha para presentar sus canciones, que mezclan la melancolía con un lugar de ensoñación ideal para el pico de sol de la tarde. El momento más especial fue cuando Tucker Pillsbury decidió coverear “Somebody Else”, de 1975.

De ese escenario hacia el Lakeshore, donde Magdalena Bay llegaba a Chicago para presentar las canciones de “Imaginal Disk”, uno de los mejores discos de 2024. Para la banda comandada por la argentina Mica Tenembaum, que hace apenas unos días abrieron la gira de Billie Eilish, viene siendo un año consagratorio subidos al pico de un álbum que los catapultó a estar en boca de todos.

Si querés ver todo, tenés que apurar el paso y no distraerte demasiado, aunque podés tomarte un respiro para apreciar la bajada del sol sobre los rascacielos que encierran al parque.

Cage the Elephant tomó por asalto uno de los escenarios principales con la premisa de que sus canciones sostuvieron el paso del tiempo -su primer disco data de 2008- con frescura y vigencia. El show es tan intenso, y la energía está tan alta, que no pasan ni dos temas para que Matt Schultz aparezca cantando entre la gente, recorriendo primero la pasasera y después el pasillo técnico. El público ruge. Dos temas y el tipo ya tiene a miles a merced.

El setlist recorre casi 20 años de carrera, y tiene sus puntos altos en “Trouble” y “Shake me down”. Antes de la despedida, Schultz se para frente al público para una sentida versión de “Changes”, el clásico de Black Sabbath que desde la muerte de Ozzy Osbourne adquirió una nueva dimensión.

El cierre fue con clásicos: “Cigarette Daydreams” y “Come a Little Closer”, que respetó la consigna del título y terminó con el cantante lanzado nuevamente al público para llegar al final subido al techo del FOH. ¿Querés que la gente recuerde tu show en un festival donde compartís cartel con 100 bandas más? Pedile consejos a Schultz.

Del otro lado del predio, Royel Otis comenzó su set mientras comenzaba el anochecer, que le dio el marco ideal a sus canciones de suave elegancia pop. Apenas unos días antes del lanzamiento de su próximo disco, el grupo adelantó parte del material y lo mezcló con hits como “Going Kokomo” y “Oysters in my Pocket”, y el coverazo de “Murder on the Dancefloor”. Finos, ajustados y listos para pegar el salto a ser headliners.

El cierre del primer día llegó de la mano de Tyler, the Creator. Minutos antes del arranque del show, la estructura rectangular armada sobre el escenario tenía la leyenda "CHROMAKOPIA" y daba a entender que “DON’T TAP THE GLASS”, su disco editado hace diez días, no iba a formar parte del setlist. Toda sospecha o suposición se fue al piso cuando los asistentes cambiaron rápidamente la tela y dieron paso a uno de los momentos por lo que vale la pena ir a ver música en vivo.

En medio de una comunión total con el público, al que le dedicó constantes palabras de afecto, Tyler salió de punta con “Big Poe” y “Sugar on my Tongue”, dos de sus nuevas canciones. Fuego, una pantalla con visuales impactantes y la certeza de estar viendo historia.

Performer, ícono, un bailarín asesino pero, sobre todo, un tipo con una labia brutal, que juega constantemente con el humor de la gente, privilegiando una narrativa sonora y visual de impacto directo. Un hombre solo en el escenario durante 60 minutos al que no podés dejar de mirar; Un músico que cuando no canta, performa con el cuerpo, predica con sus gestos y te vuela el tímpano con un volúmen cercano al lamento.

Quizás lo más interesante es que no necesita cantar para convencerte, como sucede en “EARFQUAKE”, coreada por el público y acompañada por su mirada.

El cierre es como “See You Again” bajo una cortina de fuegos artificiales con una coda extendida que transforma el Grant Park es una celebración gospel. Al dejar el escenario, el cartel en el escenario es elocuente: “Nos vemos mañana”.

Mientras estamos en Chicago, en la Argentina corre la expectiva por el anuncio del lineup de la onceava edición, que se celebrará el 13, 14 y 15 de marzo en el Hipódromo de San Isidro.

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