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Fecha de publicación: 20 de Julio de 2025 a las 15:47:00 hs

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Medio: INFOBAE

Categoría: GENERAL

El motivo por el que en algunas casas aparecen más arañas que en otras: factores estructurales y ambientales

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Descripción: Diferentes especies conviven sin apenas ser vistas, adaptándose sin dificultad a la vida de interior gracias a su extraordinaria capacidad de supervivencia

Contenido: Las arañas forman parte del paisaje cotidiano de muchas viviendas, especialmente durante ciertos periodos del año y en zonas donde las condiciones resultan especialmente propicias para su proliferación. Diferentes especies conviven sin apenas ser vistas, adaptándose sin dificultad a la vida de interior gracias a su extraordinaria capacidad de supervivencia.

Según ha señalado el medio francés 20 Minutes, la variedad de arañas presentes en las casas sorprende incluso a quienes conviven habitualmente con ellas, y su presencia suele ir acompañada de mitos, temores o curiosidades. No todas las arañas domésticas son iguales ni se comportan de la misma forma.

Algunas destacan por su tamaño, otras por la gran longitud de sus patas o la estructura de su tela, y todas comparten una asombrosa habilidad para aprovechar cualquier rincón sombrío o húmedo de la vivienda. Además, estos arácnidos han demostrado ser una pieza clave en el equilibrio ecológico de los espacios interiores, lo que aporta una perspectiva interesante sobre su papel en los hogares.

Entre las especies que suelen encontrarse en las casas, destacan la tegenaria doméstica y la araña de los sótanos. La primera prefiere los lugares poco iluminados y aparece con frecuencia en altillos o trasteros. La segunda, fácilmente reconocible por sus patas extremadamente finas y largas, recibe el apodo de “araña de bodega”. Ambas se han adaptado perfectamente al entorno interior y encuentran en vigas, esquinas y zonas con humedad su hábitat ideal.

El otoño marca un aumento notable de estos encuentros, ya que los machos adultos de tegenarias buscan activamente pareja y pueden verse con más frecuencia por el interior de los hogares, atraídos por el calor y la protección que ofrece la casa. No debe olvidarse que, aunque imponentes por su aspecto, muchas de estas especies son completamente inofensivas. Se limitan a cazar otros insectos sin causar daño a los humanos, mostrando preferencia por moscas, mosquitos y pequeños visitantes indeseados.

El papel ecológico de las arañas dentro de las casas es, de hecho, muy valioso. Actúan como depredadores naturales de plagas, contribuyendo significativamente a reducir la presencia de insectos. Según 20 Minutes, una sola araña puede llegar a consumir varios centenares de insectos al año, lo que convierte a estos arácnidos en aliados silenciosos en la lucha contra las plagas domésticas, sin necesidad de recurrir a productos químicos.

La abundancia de arañas en una vivienda no suele ser casual. Hay factores estructurales y ambientales que hacen que ciertos hogares resulten más atractivos que otros. Las casas antiguas, con numerosos recovecos y paredes gruesas, ofrecen un sinfín de escondites y refugios seguros para establecer telarañas sin molestias. También el entorno influye: jardines próximos o áreas verdes potencian la llegada de insectos, y, por tanto, atraen a las arañas que se alimentan de ellos.

El diseño interior y exterior del hogar puede influir de manera inesperada. Por ejemplo, una casa que goza de luz natural en abundancia tenderá a atraer a más insectos y, como consecuencia, a más arañas, ya que la iluminación favorece la entrada y reproducción de pequeños voladores. Por otra parte, la humedad, la temperatura y la limpieza general juegan un papel importante en la densidad de arañas en el hogar.

Para quienes desean reducir el número de arañas sin dañar su labor ecológica, existen estrategias sencillas y naturales. La higiene frecuente ayuda: retirar telas de araña y restos de insectos, así como sellar grietas, complica el asentamiento de nuevas arañas. Algunas personas recurren a remedios populares, como colocar castañas en las esquinas o aplicar aceites esenciales (menta o lavanda, por ejemplo) en zonas propensas a las infestaciones. Estos olores son eficaces para ahuyentar a ciertas especies.

Otra opción pasa por plantar en el exterior especies como la menta o el limonero, lo que disuade a los insectos que sirven de alimento y, por tanto, contribuye a controlar de forma indirecta la población de arácnidos en el interior.

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