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Fecha de publicación: 20 de Julio de 2025 a las 05:31:00 hs

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Medio: TN

Categoría: GENERAL

Estados Unidos: la mitad de los jubilados no sabe cómo administrar su dinero

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Descripción: Muchas personas llegan a su retiro laboral sin tener ni idea de cómo gestionar sus ahorros.

Contenido: Casi dos tercios de los estadounidenses dicen estar más preocupados por quedarse sin dinero en la jubilación que por morir, y muchos jubilados podrían estar en camino de convertir ese temor en una cruda realidad.

Aproximadamente la mitad de los jubilados estadounidenses no adopta ningún enfoque sistemático para retirar sus muchos miles de millones de dólares en activos para el retiro, según una encuesta realizada en octubre por IRALogix, una empresa de tecnología para la jubilación. Solo el 22 por ciento de los jubilados sigue algún tipo de plan.

“No se puede simplemente llegar a los 65 o 67 años y decir: ‘bien, ¿ahora qué voy a hacer?’. Es un proceso, no un suceso”, dijo Peter de Silva, director ejecutivo de IRALogix y agregó: “Va a llegar. Hay que planificarlo”.

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Tener un plan se vuelve crucial si los precios de las acciones se desploman en los primeros años de tu jubilación, ya que hacer retiros durante solo unos pocos años de mercados a la baja puede ponerte en riesgo de quedarte sin dinero.

Los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales muestran que las personas de 65 años o más abandonan sistemáticamente la fuerza laboral cuando las acciones suben, y se reincorporan a ella cuando los mercados bajan. Un informe de T. Rowe Price de 2024 señalaba que alrededor del 10 por ciento de los estadounidenses en edad de jubilación afirman que tienen que trabajar por motivos económicos.

“Incluso aquellos que tienen un plan no se adhieren a él, por lo que es un plan solo de nombre”, dijo Kelly LaVigne, vicepresidenta de perspectivas del consumidor en Allianz Life. “Estás entrando a 30 o 35 años de darte un sueldo a vos mismo y no tienes idea de si lo vas a lograr”, explicó.

Si algo saben los inversores sobre la estructuración de los retiros de fondos para la jubilación -lo que los planificadores financieros llaman “desacumulación”- es la regla del 4 por ciento. Esta fue postulada en 1994 por un planificador financiero, Bill Bengen, que revisó los rendimientos del mercado desde 1926. Bengen descubrió que incluso durante las tres peores décadas para las acciones —de octubre de 1968 a 1998— a un jubilado que no retirara más del 4 por ciento de su saldo en el primer año de jubilación y ajustara los retiros posteriores a la inflación le quedaría dinero después de 30 años.

Como cualquier teoría, la regla del 4 por ciento ha tenido altibajos de popularidad. El propio Bengen revisó su investigación original en 2012 e hizo la regla un poco más generosa, aumentando los retiros al 4,5 por ciento.

Desde 2021, la empresa de investigación Morningstar ha calculado una tasa óptima de retiro seguro para carteras con entre un 20 y un 50 por ciento de acciones. El objetivo: tener un 90 por ciento de posibilidades de mantener el valor al cabo de 30 años. La tasa recomendada en esos estudios oscilaba entre el 3,3 por ciento en 2021 y el 4 por ciento en 2023, con una tasa del 3,7 por ciento recomendada para 2024 y este año.

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Otros expertos en finanzas afirman que las tasas de retiro del 4 por ciento o menos presentan un peligro distinto de quedarse sin dinero: el riesgo de que los jubilados temerosos escatimen y gasten menos de lo que pueden permitirse durante lo que deberían ser sus años de ocio.

“Es importante tener en cuenta que la regla del 4 por ciento cubre el peor de los casos, el de sobrevivir a su capital”, dijo Ben Carlson, director de gestión de activos institucionales de Ritholtz Wealth Management. “Es un punto de partida decente, pero debe ajustarse a las circunstancias individuales”, recomendó.

Carlson y otros recomiendan un enfoque personalizado para los retiros de fondos, que refleje los rendimientos y gastos de la jubilación en el mundo real. Cinco puntos clave a tener en cuenta:

Los planificadores dividen la jubilación en tres fases: los años de mayor actividad, en los que los nuevos jubilados establecen su estilo de vida de jubilación, viajan y se dan el gusto de disfrutar de aficiones y tiempo en familia que habían descuidado durante mucho tiempo; los años de menor actividad, en los que el envejecimiento puede empezar a limitar las actividades de jubilación; y los años sin actividad, que llegan alrededor de los 80 años, cuando los jubilados se asientan en un hogar y una rutina establecidos. Por eso los planificadores dicen que la idea de que los gastos de manutención y de jubilación deben, o incluso pueden, mantenerse en un nivel plano, ajustado a la inflación, hace que la regla del 4 por ciento sea inviable.

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“Un cliente me dijo una vez: ‘Todos los días son sábado en la jubilación’, así que sale caro”, dijo Lisa Featherngill, directora nacional de planificación patrimonial de Comerica Wealth Management.

Otro factor crucial al principio de la jubilación es que puede ser necesario reducir o posponer los retiros durante periodos prolongados de pérdidas bursátiles para evitar el “riesgo de secuencia de rendimientos”, que puede crear peligrosos déficits de efectivo más adelante en la jubilación.

En lugar de una tasa fija, los planificadores recomiendan un enfoque dinámico de los retiros de efectivo que se ajuste a tus necesidades, edad y condiciones del mercado. De este modo, los jubilados son libres de gastar más cuando sus inversiones van bien, siempre que estén dispuestos a recortar cuando los mercados caen.

En primer lugar, definir tus objetivos para la jubilación, dijo De Silva, de IRALogix. ¿Querés trabajar a tiempo parcial, hacer voluntariado, viajar, dedicarte a una nueva afición o dejar un legado a tus herederos o a una organización benéfica? Otra cuestión es si buscás hacer recortes y simplificar tu vida.

“Empezá por preguntarte: ‘¿Cuáles son mis objetivos finales?’ y apartá eso primero”, dijo De Silva.

Una vez trazado su estilo de vida inicial para la jubilación, los jubilados deben determinar sus gastos totales fijos y necesarios para el día a día, como los comestibles y la gasolina, la vivienda y los servicios públicos, y los pagos de seguros, impuestos y asistencia médica. Después estudiar qué fuentes de ingresos fiables pueden cubrir esos costos, como las pensiones y las prestaciones del Seguro Social. Para cubrir cualquier carencia, los jubilados tendrán que decidir si quieren trabajar, retirar dinero de las cuentas de jubilación o considerar otras opciones, como establecer rentas vitalicias simples, aprovechar el capital de la vivienda mediante una hipoteca inversa o reducir costos y vender su propiedad.

“Respaldá eso con unos ingresos garantizados procedentes de una fuente estable y segura que vayan a aumentar a lo largo de tu vida, porque esos gastos van a subir”, aseguró LaVigne, de Allianz Life y destacó: “El seguro social es un ingreso garantizado que va a aumentar con el tiempo. Probablemente no va a seguir el ritmo de la inflación, pero al menos es una cobertura”.

Las rentas vitalicias simples son productos de seguro que garantizan una serie de pagos fijos a cambio de aportaciones en efectivo, ya sea a lo largo del tiempo (diferidas) o de un pago único (inmediatas). Mientras que otros tipos de anualidades pueden resultar caros, excesivamente complicados e inadecuados para los jubilados, una simple puede estabilizar una parte de los ingresos de jubilación.

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Estos productos básicos no se ajustan a la inflación, por lo que los jubilados deben decidir si cubrir el aumento del costo de vida con otra fuente de ingresos o reducir sus gastos. Se puede incluir una cláusula adicional de inflación al adquirir la renta vitalicia, pero reducirá su pago en los primeros años. O podrías comprarla en un momento de tasas de interés más altas, cuando una anualidad diferida puede acumular un mayor valor antes de que comiencen los pagos.

“Odié las rentas vitalicias durante unos 32 años y, bueno, acabé comprando dos. Cuando las tasas de interés subieron en el último par de años, vi que podía fijar la tasa y eliminar parte del riesgo de mi cartera”, dijo Featherngill.

Featherngill también sugiere gestionar los altibajos del mercado al retirar dinero para los gastos de subsistencia del año siguiente según un calendario regular y trasladar el dinero a cuentas estables y protegidas, como cuentas de ahorro de alto rendimiento y cuentas del mercado monetario. Este enfoque evita hacer un gran retiro de última hora cuando los mercados pueden estar a la baja.

Los jubilados con finanzas relativamente sencillas, como los que tienen cuentas IRA, cuentas de ahorro e ingresos de la Seguridad Social, pueden ser capaces de gestionar su propio plan de retiro de fondos. Pero parafraseando un proverbio, “El hombre propone y los mercados disponen”; y muchos jubilados deberían plantearse buscar ayuda. Aunque suene algo interesado, los planificadores financieros subrayan que los partidarios del enfoque “hágalo usted mismo” pueden verse abrumados por la volatilidad de los mercados, una economía siempre cambiante y los constantes retoques de las normas fiscales.

Los profesionales utilizan programas informáticos caros y complejos para calcular las tasas de retiro, un recurso del que no dispone el jubilado promedio.

“Se puede intentar hacerlo en una hoja de cálculo si sos una especie de genio del Excel”, dijo LaVigne, “pero aun así no va a incluir todos los parámetros que hay que tener en cuenta”.

Para los jubilados que no quieren entregar su dinero de jubilación a gestores financieros a tiempo completo, que suelen cobrar el uno por ciento del valor de la cuenta al año, un planificador que solo cobra honorarios puede ser una opción. Estos asesores, que trabajan estrictamente por horas o por proyectos, pueden revisar tu situación financiera cada pocos años y recomendarte un plan, y dejarte la gestión de las transacciones por tu cuenta.

“En general, los estadounidenses no tienen planes financieros. Así que la gente llega a la jubilación y piensa que tiene un millón de dólares y se dice a sí misma: ‘Debería ser capaz de aguantar los próximos 25 años’. ¿De verdad? Hagamos cuentas”, recomendó De Silva.

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