Fecha de publicación: 19 de Julio de 2025 a las 09:37:00 hs
Medio: INFOBAE
Categoría: GENERAL
Descripción: La investigación se abrió tras la muerte de un hombre de 62 años en un centro de cuidados asistidos, donde las autoridades descubrieron una intervención realizada sin autorización médica y sin medidas clínicas adecuadas
Contenido: Una enfermera del estado de Wisconsin se declaró culpable de abuso a un paciente tras amputarle el pie sin autorización médica ni consentimiento del propio afectado, un hombre de 62 años que falleció pocos días después. La mujer, identificada como Mary K. Brown, de 40 años, no enfrentará pena de cárcel, pero deberá pagar una multa de 443 dólares y ha perdido su derecho a ejercer como enfermera en el estado.
El procedimiento ocurrió en mayo de 2022 dentro de un centro de atención asistida, donde el paciente había sido internado por un cuadro severo de congelación en ambos pies. De acuerdo con documentos judiciales y reportes citados por KSTP, NBC News, WQOW y el Pierce County Journal, la amputación no fue autorizada por un médico ni estaba prescrita en los registros médicos del hombre.
El hecho derivó en una investigación del médico forense del condado, quien alertó a las autoridades debido a lo que describió como “circunstancias inusuales” en torno al fallecimiento. En el reporte forense se indicó que el pie no estaba adherido al cuerpo del paciente, sino colocado a un lado del cadáver.
La amputación se realizó cuando el pie ya no estaba completamente unido a la pierna y presentaba una condición grave: según el testimonio de enfermeros, estaba “negro como una momia”. Brown habría utilizado tijeras para cortar un tendón y desprender el pie. Según la denuncia penal citada por NBC News, el miembro fue colocado después en una bolsa dentro de un congelador, con la intención de enviarlo junto al cuerpo cuando el hombre muriera.
Durante el procedimiento, el paciente permanecía consciente y, de acuerdo con una enfermera presente, le sostuvo fuertemente la mano mientras “gemía un poco”. Otro miembro del personal aseguró que “cuando le cortaron el pie, lo sintió todo y le dolió mucho”.
Las declaraciones de los trabajadores del centro forman parte de los documentos judiciales, y describen un ambiente de tensión en el que la amputación se llevó a cabo sin la preparación médica adecuada y sin ningún tipo de analgesia.
Uno de los elementos más llamativos del caso es el motivo personal que Brown habría manifestado durante el procedimiento. Según consta en la denuncia penal, otra enfermera testificó que Brown dijo que su familia tenía un negocio de taxidermia y que pensaba “conservar el pie” para exhibirlo con un cartel que dijera: “Pónganse las botas, chicos”.
Estas palabras fueron documentadas por el personal que la escuchó mientras ejecutaba el corte. El pie, luego de ser separado del cuerpo, fue almacenado en una bolsa y colocado en una cámara refrigerada.
Este detalle, descrito como “escalofriante” en múltiples medios locales, fue clave en el impacto mediático del caso y fue incorporado a los archivos de la corte como parte del comportamiento impropio y no profesional de Brown.
Tras ser arrestada e imputada, Mary K. Brown enfrentó inicialmente tres cargos: causar daño corporal grave de forma intencional, mutilación, y abuso físico a una persona anciana. Sin embargo, dos de los cargos fueron desestimados como parte de un acuerdo de declaración de no contest (no admite culpa, pero acepta las consecuencias penales), según reportó PEOPLE con base en documentos de la corte.
Como resultado del acuerdo, Brown deberá pagar una multa simbólica y no enfrentará tiempo en prisión. No obstante, ha aceptado formalmente no volver a ejercer como enfermera registrada ni como enfermera práctica licenciada en el estado de Wisconsin.
El caso generó cuestionamientos sobre los protocolos de actuación en centros de atención asistida y el seguimiento médico de pacientes en situación crítica. También suscitó preocupación por la supervisión del personal de salud que toma decisiones clínicas sin respaldo de órdenes médicas.
El punto de partida de la investigación fue la intervención del médico forense del condado, quien recibió el cuerpo del paciente para una autopsia debido a las condiciones anómalas de su fallecimiento. Al examinar el cadáver, el forense notó que el pie se encontraba separado del cuerpo, sin ninguna indicación médica que justificara la amputación.
Revisando el historial clínico del paciente, el forense encontró que no existía orden médica para llevar a cabo la operación. Fue entonces cuando notificó a la oficina del sheriff, lo que dio inicio a una investigación criminal.
La gravedad de la acción y las implicaciones éticas del comportamiento de Brown han sido discutidas ampliamente en medios locales y nacionales, aunque hasta la fecha no se han presentado demandas civiles por parte de los familiares del paciente fallecido.
Visitas: 0